CÓMO SE COMUNICAN LOS ANIMALES

Las principales vías de comunicación animal son: la química, la física, la visual y la táctil. Prácticamente, ninguna especie utiliza uno solo de los canales sensoriales como medio de transmitir información, sino que la comunicación se realiza exhibiendo múltiples señales simultáneamente, puesto que no hay ninguna de ellas que ofrezca ventajas absolutas frente a las demás en todas las circunstancias. Un análisis de la comunicación a través de todo el reino animal, revela que los diferentes grupos están más o menos especializados en los tipos de señal que utilizan, en razón del desarrollo de sus diferentes modalidades sensoriales.

De manera intuitiva es posible aceptar que los seres humanos y los demás animales comparten la necesidad de comunicarse con sus semejantes. Si bien en el caso animal se ha discutido la existencia de un lenguaje en términos estrictos dado que los animales no se comunican a través de un “lenguaje” articulado como es el propio de los seres humanos, es indudable que los sonidos y las voces que emiten los animales trasmiten un sinnúmero de situaciones y contenidos. A partir del uso de sus voces, los animales alertan la presencia de un enemigo, acuden a un llamado de auxilio, identifican una situación fuera de lo común, comparten alimentos y se comunican de diferentes maneras tendiendo a realizar sus actos vitales. Por ello, no es de extrañarse que la etología y, en general, la zoología, se pregunte con tanta insistencia sobre las características y los límites de la comunicación animal. Ahora bien, ¿qué es lo que distingue el lenguaje de otros tipos de comunicación? ¿En qué medida no resulta plausible referirse a un “lenguaje animal” o a “lenguajes animales”?

Teniendo en cuenta esto, es probable examinar en qué medida es posible hablar de un lenguaje animal en la propuesta aristotélica. Para defender la tesis de este texto, que consiste en aceptar desde el planteamiento aristotélico un uso significativo de la voz en los animales, se traen a colación, en un primer momento, las dificultades de hablar en término estricto de un lenguaje animal. Lo anterior supondrá ahondar en las categorías comúnmente aceptadas de lo que supone hablar en términos de lenguaje y las distinciones que existen entre el lenguaje y la comunicación. Una vez hecho esto, el artículo presenta distinciones con respecto a los sonidos para, a partir de esto, releer ciertos pasajes del corpus biológico aristotélico a partir de los cuales es posible defender un uso de lenguaje en ciertos animales.

Autor:Gaspar Osorio Alexis Yhair

Comentarios